viernes, 24 de julio de 2009

Haz de la tarjeta tu primer financiamiento

Por: Laura Suárez Samper

Un plástico puede ayudarte mucho más que a comprar una pantalla de plasma sin intereses o cargar la cuenta de tu celular. Si sabes manejarlo con inteligencia, puede financiar tu salto de empleado a emprendedor.


Las tarjetas de crédito ya son parte importante de la vida de muchos mexicanos. Es más, hoy son el producto financiero más utilizado en el país, con 18.5 millones de plásticos, gracias a las ventajas que ofrece como medio de sustitución del efectivo y de acceso a planes de financiamiento.


En general, la tarjeta es utilizada para financiar gastos corrientes, el súper del mes o "lujos" personales, como ropa, el último gadget de moda o las vacaciones familiares que el banco permite liquidar entre seis y 12 cuotas sin intereses. Pero lo que poca gente toma en cuenta es que este instrumento también puede ser determinante a la hora de emprender un proyecto personal: desde vender por catálogo hasta elaborar dulces en casa. Siempre que se respeten ciertas reglas, puede convertirse en tu principal, y a veces única, fuente de financiamiento.


Andrea, por ejemplo, es una empresa mexicana líder en la venta de calzado por catálogo. Para esta compañía, con sede central en León, Guanajuato, la tarjeta de crédito se ha convertido en la segunda forma de pago utilizada por sus vendedores, después del contado. "Resulta una muy buena ventaja para nuestras "estrellas" (como la compañía llama a sus vendedores), ya que con ella se pueden financiar hasta 45 días", dice René González, coordinador de Administración de Andrea.


Sin un plástico, los vendedores deben pagar su mercancía al momento de retirarla, ya sea de contado, con una tarjeta de débito (que descuenta el importe en forma automática de una cuenta bancaria) o con vales de compra. Andrea puede llegar a otorgar créditos a un mes de plazo, pero sólo a vendedores que cuentan con seis a ocho meses de actividad y con un buen historial de ventas y pagos.


Con una tarjeta de crédito, en cambio, el financiamiento es automático. Y Andrea -que además de calzado ofrece líneas de accesorios, lencería, pantalones de mezclilla y cosméticos- no establece límites de compras, más allá de los fijados por la propia institución emisora de la tarjeta.


Cómo empezar


Si cuentas con una tarjeta de crédito y estás decidido montar un pequeño negocio, lo primero que debes hacer es definir qué actividad quieres realizar. Si lo que te atrae es el contacto con la gente y las ventas, tu mejor opción podría ser unirte a las más de 1.2 millones de personas que hoy se dedican a la venta directa en México.


En cambio, si quieres elaborar algún producto artesanal, como pasteles para cumpleaños, o instalar una oficina en casa, también puedes ayudarte con la tarjeta de una tienda departamental o de un supermercado, donde seguro encontrarás esa mezcladora o impresora que necesitas. A diferencia de los bancarios, estos plásticos no suelen aplicar comisiones por apertura, anualidad o tarjetas adicionales. Otra ventaja son las promociones especiales para sus clientes, como compras a plazos sin intereses (que no ofrecen las empresas de venta directa).


Pero con todas sus ventajas, una tarjeta de crédito es un arma de doble filo. Si no la utilizas con un plan financiero que te respalde, tu negocio puede terminar en bancarrota antes de comenzar, ya sea porque tus gastos de inversión son excesivos o porque pagas intereses descomunales. "Generalmente no medimos qué porcentaje de nuestros ingresos debemos destinar al pago de nuestra tarjeta, y ese factor es clave", comenta Enrique Arias Zamarripa, director de Registro y Análisis Financiero de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef). "Por eso, en México ya empieza a haber altos índices de morosidad en tarjetas de crédito".

Fuente: www.soyentrepreneur.com

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